Buenaventura, nuevo presidente de la CNMV, hizo un informe sobre Banco Popular sin tener competencias
El supervisor dijo que no es competente para examinar la solvencia en el caso Bankia pero que sí lo es en el de Popular
Calviño propone a Rodrigo Buenaventura para sustituir a Albella como nuevo presidente de la CNMVCalviño propone a Rodrigo Buenaventura para sustituir a Albella como nuevo presidente de la CNMV
Rodrigo Buenaventura, aparte del padrinazgo de Manuel Conthe del que da cuenta hoy OKDIARIO, tiene otro borrón en su expediente antes de acceder a la presidencia de la CNMV: fue el responsable de un informe sobre la solvencia de Banco Popular tras su resolución para el que no tenía competencias y que no había sido solicitado por la Audiencia Nacional. Al defender la elaboración de este informe, Sebastián Albella contradijo la defensa de la CNMV en el caso Bankia… que sostenía que no tenía competencias.
«La división de funciones entre el Banco de España como supervisor de solvencia de las entidades financieras y la CNMV como supervisor de conductas es perfectamente conocida por el juez instructor del caso [José Luis Calama], por lo que es de esperar que no tendrá en cuenta un informe de solvencia realizado por la CNMV si no tiene competencias en ese campo», explican fuentes conocedoras del caso.
Este informe razonado para justificar la apertura de un expediente sancionador fue realizado por un equipo del que Buenaventura era responsable como director general de mercados de la CNMV. Fue publicado y remitido a la Audiencia Nacional en octubre de 2018 y en él se establecía que, aunque el detonante de la resolución de Banco Popular fue la crisis de liquidez -como es sabido-, la entidad arrastraba graves problemas de solvencia. Y añadía que estos no se generaron en los primeros «cinco meses y siete días de 2017». Asimismo, considera que Emilio Saracho debió reformular las cuentas de 2016 y no solo ‘reexpresarlas’, lo que podría haber adelantado la caída de la entidad a abril.
Por ello, el informe concluía que las cuentas de cierre de ese año no reflejaban la realidad del banco y abría expediente por falta muy grave al consejo del banco, encabezado en ese momento por Ángel Ron y su consejero delegado Pedro Larena, así como el antecesor de este, Francisco Gómez.
Sí tenía competencias en Popular, pero no en Bankia
¿Por qué hizo es informe de solvencia la CNMV? Hay que tener presente que el juez Calama investiga dos piezas separadas: una sobre la posible falsedad de las cuentas en la ampliación de capital de 2016 y otra sobre una supuesta actuación de Saracho para hundir el valor en bolsa. La tesis más extendida en el mercado es que la CNMV pretendía presionar a la Audiencia Nacional para que imputase a Ron y a su equipo por falsedad contable al proporcionarle un informe forense gratis (y sin pedirlo) que fundamentaba esa acusación.
Y así, además, conseguía desviar la atención de la actuación de Saracho… y de la propia CNMV, que adoptó una serie de decisiones bastante polémicas. La más conocida fue la decisión de Albella de no prohibir los cortos (posiciones bajistas) pese a las reiteradas peticiones de los accionistas… y tras la resolución de Popular sí los vetó en Liberbank, creando un agravio comparativo.
Tampoco exigió a Saracho que diera una información detallada de la subasta que puso en marcha (y que quedó desierta porque nadie ofrecía un precio positivo) o de los preparativos para una macroampliación de capital. El secretismo en el banco fue total, y eso permitió una asimetría de información entre los inversores que estaban en el ajo (por ejemplo, los accionistas representados en el consejo o los bancos que participaron en el data room) y los que no; y evitar esa asimetría sí es una clara competencia de la CNMV.
Ante estas acusaciones, el propio Albella respondió que «claro que la CNMV tiene competencias para hacer informes». «La CNMV tiene el deber de comprobar que la información financiera que remiten los emisores de valores cumplen con la normativa contable». Sin embargo, cayó en una contradicción: en el juicio por la salida a bolsa de Bankia alegó justo lo contrario, que no tenía capacidad para revisar las cuentas de Rodrigo Rato porque esa es la tarea del Banco de España. Como es sabido, aunque los máximos responsables de ambos supervisores llegaron a estar imputados, no fueron juzgados; y la cúpula de la entidad y su auditor, Deloitte, han sido absueltos recientemente.
¿En qué se basaba el informe de la CNMV?
El informe responsabilidad del nuevo presidente de la CNMV sostenía que «en la Resolución del FROB de 7 de junio de 2017, se indica que el referido valor económico [valoración de -2.000 millones en el escenario central y de -8.200 en el estresado] evidencia la existencia de unas pérdidas que era necesario absorber. Y parece difícil sostener que el 100% de tales deterioros por pérdida de valor de dichos activos se haya producido en apenas 6 meses y en un período de franca recuperación económica».
«Ante la falta de hechos o circunstancias durante los cinco meses y siete días del ejercicio 2017 que justificaran un cambio tan significativo en la solvencia de la Entidad, la valoración económica provisional remitida a la JUR sería un claro indicio de que las estimaciones realizadas por la Entidad, al cierre del ejercicio 2016 […] no eran razonables», añadía.
Respecto a la reexpresión de las cuentas de 2016 que llevó a cabo Saracho, concluía que «esta re-expresión supone un ajuste negativo del 3,5% del patrimonio neto consolidado del ejercicio 2016 que, a juicio de esta DGM debe considerarse por sí mismo material». Un impacto material obliga, según la ley, a reformular las cuentas anuales, no a «reexpresarla».
Finalmente, consideraba que hubo intencionalidad por parte de la cúpula de Ángel Ron para ocultar estas irregularidades; o, al menos, tuvo conocimiento y no hizo nada para impedirlo.